Un cambio necesario para seguir viviendo en casa
Estas condiciones limitan su movilidad y hacen que tareas básicas, como usar el baño o asearse, demanden un esfuerzo mayor.

(Foto portada/Nila Rosa Pérez Suárez, acompañada de la funcionaria de la Fundación Forjando Futuros, Silvia Berrocal)
Nila Rosa Pérez Suárez vive en el barrio Obrero junto a su nieta. Es una mujer adulta mayor que, como muchas personas de su comunidad, enfrenta condiciones de salud que requieren mayor cuidado y espacios adecuados dentro de la vivienda. Durante años, su casa no contaba con un baño ni con un lavadero en condiciones, una situación que hacía más complejas las actividades diarias y aumentaba el esfuerzo físico que debía realizar.
Nila Rosa convive con diversas afecciones de salud, entre ellas problemas de tiroides, diabetes y dolores constantes en los huesos y la columna. Estas condiciones limitan su movilidad y hacen que tareas básicas, como usar el baño o asearse, demanden un esfuerzo mayor. A esto se sumaba el estado del patio, que era hondo y se inundaba con facilidad, provocando acumulaciones de agua que llegaban hasta la base donde se ubicaba una estructura improvisada para el sanitario, deteriorada y poco funcional.
La situación representaba una dificultad permanente. La antigua taza estaba dañada y la obligaba a agacharse y levantarse con dificultad, algo especialmente complejo para una persona con dificultades en su sistema óseo y de movilidad. Cada uso implicaba un esfuerzo físico adicional que impactaba directamente su bienestar.
La llegada del proyecto Mejoramientos sin barreras marcó un punto de inflexión en su vivienda. En su casa se construyó un baño adecuado, se niveló el patio y se instaló un lavadero que hoy facilita las labores diarias. También se incorporó una banca para poder sentarse durante el baño y una agarradera de apoyo, elementos fundamentales para reducir el esfuerzo y mejorar la seguridad en el uso del espacio.
Desde la intervención, el entorno cambió de manera significativa. El patio dejó de inundarse, el baño es funcional y la nueva taza permite un uso más cómodo. “Ahora me asiento y me baño sin tanto esfuerzo”, cuenta Nila Rosa, destacando la utilidad de las adecuaciones realizadas.
Estos mejoramientos de vivienda hacen parte del proyecto Mejoramientos sin barreras, financiado por el Ayuntamiento de San Fernando y ejecutado por la Fundación Forjando Futuros, con el apoyo de la Asamblea de Cooperación por la Paz.
Para Nila Rosa, el mejoramiento llegó en un momento importante de su vida. Lo describe como una ayuda que le permitió continuar su rutina con mayor tranquilidad dentro de su hogar. Valora especialmente la banca y los elementos de apoyo, que hoy le facilitan el aseo diario y reducen el impacto del dolor físico.
A pesar de las dificultades de salud, Nila Rosa mantiene un deseo claro: seguir mejorando su casa. Quiere adecuarla, cuidarla y permanecer allí con dignidad. El baño y el lavadero que hoy tiene representan un avance concreto en ese camino y una mejora tangible en su calidad de vida, resultado de un trabajo conjunto que pone la vivienda al servicio del cuidado y del bienestar cotidiano.






