Un amor de alto vuelo que unió a dos colombianos en Europa
A Kevin y Sorany los flechó Cupido en un vuelo Bogotá-Pereira, fue amor a primera vista, hoy juntos hacen quedar bien a Colombia en su negocio en Guimaraes, Portugal.
Guimaraes/Portugal- Por: Wilmar Jaramillo Velásquez del Pregonero del Darién
Llueve levemente y con interrupciones sobre Portugal, el otoño comienza a cuajar en toda Europa, los árboles se van cubriendo lentamente de un amarillo intenso y las hojas van cayendo armoniosamente sobre el aún verde césped.
La tarde es opaca, una niebla espesa va cubriendo el Centro Histórico de la ciudad, es domingo y no es común ver aglomeraciones en las calles como en otras ciudades latinas.
Pese al intenso frío, un grupo de personas se concentra a un costado del parque principal de Guimaraes a bailar y cantar Fado, una música tradicional de Portugal, cargada de melancolía, que se mantiene en el tiempo.
Sobre la marcha entramos a un establecimiento comercial y coincidencialmente encontramos a una pareja colombianos atendiendo su propio negocio. Es como un pedacito de Colombia en medio de la inmensidad de Europa, lleno de calor patrio.
Kevin Andrés Valencia Cifuentes es un pereirano de arranque, de hacha y machete dirían en su tierra, echado para adelante dirán otros o emprendedor como se dice hoy en Colombia, su esposa Sorany no se queda atrás, ella es de Chinchiná Caldas y parece la llave perfecta para impulsar un negocio, ambos desbordan de alegría, ánimo y ganas de avanzar. Si existe la pareja perfecta, esta es.
Kevin llegó a Portugal tras el rastro de su señora madre que había salido de su Pereira natal en busca de oportunidades para atender a una hija enferma y luego toda la familia terminó migrando, hoy en Colombia solamente quedan sus abuelos.
Su espíritu de lucha lo adaptó rápidamente a las costumbres europeas, camarero, jugador y campeón de billar, aficionado al fútbol, dicharachero, conversador, jovial, siempre sonriendo y amable, es el típico individuo hecho para triunfar, el optimismo no le cabe en el marco de sus sueños.
En uno de sus viajes a Colombia, justamente en un vuelo, Bogotá-Pereira, encontró la otra mitad de su existencia, el motor que impulsaría sus proyectos, una Joven mujer, también sonriente y soñadora se le cruzó como un relámpago en pleno vuelo, fue un relámpago que no lo encegueció, lo iluminó, Sorany Osorio, oriunda de Chinchiná, también migrante.
El amor fue al vuelo y en veinte días ya eran novios y de inmediato acordaron llamar a la cigüeña y al poco tiempo ya su hijo, Emerick Valentino García Valencia, alegraba sus vidas. Hoy tiene dos años y medio.
Un pedazo de Colombia en Portugal
Juntos montaron un negocio de comidas en pleno centro de Guimaraes, un histórico municipio y ciudad portuguesa perteneciente al distrito de Braga, con casi 180 mil habitantes, con centro histórico patrimonio de la humanidad entre muchos otros atractivos.
Allí atienden a una clientela, compuesta de portugueses y latinos, el negocio se llama Casa Valencia o Buraco (Hueco en portugués), precisamente está situado en un sótano.
Hoy tienen a los portugueses hipnotizados comiendo helados de arroz, arepas, empanadas, buñuelos y hasta bandeja paisa, además de alimentar los recuerdos y la añoranza de colombianos y latinos que llegan a encontrarse con ese pedacito de Colombia. “Que vean la originalidad de Colombia” agrega.
Kevin cuenta que primero llegó su señora madre en busca de trabajo y oportunidades para apoyar a una de sus hijas enfermas, la abuela se quedó cuidando la familia, a los tres años partió él y comenzaron a traer poco apoco a los demás parientes, ahora solamente los abuelos continúan en Colombia, específicamente en Pereira.
“Juntos fundamos un negocio de comidas colombianas en Portugal, guiados de la nostalgia por la patria y querer llevar a las personas un poquito de nuestra tierra, tanto a las personas de Europa como a los colombianos radicados aquí para que no se desconecten de la patria” dice.
Cada vez tienen más clientes, han sido bien acogidos a colombianos y portugueses les gusta sus productos, un pedacito de Colombia en Portugal, pero también para que todos los latinos encuentren un recuerdo de sus países.
Kevin combina el fútbol con el billar, ha trabajado como camarero, tiene muchos amigos que juegan futbol profesional y billar, por eso su negocio lo decora con banderas de varios equipos y tiene hasta dos mesas de billar donde les muestra a sus amigos sus habilidades taco en mano.
Pero Kevin no es un jugador de billar del montón, en el año 2019 se coronó campeón de la zona norte de Portugal con 170 participantes. Un sueño que comenzó a forjar desde cuando inició a practicar ese deporte.
“Dice que la vida en ningún sitio es fácil, ni en Colombia ni en Portugal pero que en Europa se gana mucho por la tranquilidad y la acogida de las personas, que en 22 años que lleva en este país, nunca se ha sentido maltratado por nadie, un país que aprendió a amar igual que a Colombia, el país más bello del mundo, pero resalta como Portugal le abrió sus puertas”
Recomienda a los nacionales que buscan migrar a otras naciones “Si de verdad quieren algo en su vida, luchen, vayas por donde vayas, dalo todo, en cualquier parte donde se emigre, hay una oportunidad, prepárate siempre para esa oportunidad que ella aparece, solamente tienes que estar preparado para ese momento”
Asegura que nunca se ha sentido maltratado, ni discriminado en Portugal, que es un país que vale la pena, “antes le ayudan a las personas, no te dejan pasar mal “Concluye.
Kevin y Sorany son un claro ejemplo de emprendedores colombianos, de honestidad, que no todos salen de Colombia a transitar caminos perdidos, que con el trabajo honrado pueden vivir en cualquier lugar del mundo, haciendo quedar muy bien la patria que los vio nacer y de la que nunca se desprenden.
Güimaraes/Portugal-octubre de 2025.