Futuro del Pacto Histórico en manos del CNE
Aclarando que de la consulta interna del Pacto Histórico de 2026 de octubre de este año saldrá un único candidato de las izquierdas en Colombia.
Andrea Arango*/Análisis de la Noticia/ RazonPublica/El Pregonero de Darién
La Convención Nacional del Pacto Histórico, llevada a cabo el pasado 19 de julio, ha sido el hecho político más reciente en el proceso de transición que adelanta esa colectividad, con el objetivo de dejar de ser una coalición de partidos para conformarse en un solo partido político.
En ese trasegar, este es el segundo evento público para conectar con la militancia, luego de la rueda de prensa del 17 de diciembre el 2024 en la que hicieron el anuncio público de unidad ; en esta ocasión, se trata, además, de enviar un mensaje político al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que avale la solicitud de fusión antes del 19 de septiembre del año en curso, fecha en la que se inician las inscripciones ante la Registraduría para participar en las consultas internas de los partidos y movimientos, consultas que se llevarán a cabo el 26 de octubre.
El objetivo explícito de la Convención era que los representantes del Pacto Histórico: congresistas y exfuncionarios del Gobierno con aspiraciones electorales, reconectaran con sus bases y socializaran, de manera abierta y transparente, el interés de unidad y el paso a paso para conformar las listas paritarias y cerradas al Congreso. Esto porque la militancia quedó herida con la manera como que se conformaron las listas al Congreso en 2022 y a los cuerpos colegiados de representación subnacionales para las elecciones de 2023, así como con el desorden en la entrega de avales, en donde las decisiones finales se tomaron desde Bogotá, a última hora y con criterios alejados a los ejercicios democrático-territoriales.
Para subsanar esa herida, en la Convención se presentó la carta al CNE solicitando la participación en el certamen electoral del 26 de octubre, con el objetivo de someter a elección popular el orden de la lista a Senado, las listas a Cámara que puedan acogerse al nuevo partido (si superaron el 15% del censo electoral en 2022) y una candidatura presidencial única por el Pacto Histórico; para ello, se escucharon los discursos de Gustavo Bolívar, María José Pizarro, Susana Muhamad y Carolina Corcho.
También fue ese el escenario para ampliar la apuesta de continuidad en las elecciones presidenciales de 2026, aclarando que de la consulta interna del Pacto Histórico de 2026 de octubre de este año saldrá un único candidato de las izquierdas, que se medirá con otros candidatos progresistas y liberales en las consultas presidenciales del 8 de marzo de 2026. Se escucharon también las voces de los precandidatos presidenciales Daniel Quintero, Roy Barreras y Camilo Romero, abonando el terreno en la consolidación de lo que se conoce como el “Frente Amplio”, para lograr la Presidencia en 2026 y con ella la continuidad del proyecto del cambio que ha liderado hasta ahora Gustavo Petro.
Sin embargo, la Ley 1475 de 2011, que reglamenta la organización y el funcionamiento de los partidos y movimientos políticos, así como los procesos electorales, se presenta como el mayor impedimento para estos proyectos de organización, de depuración de fuerzas políticas y de democracia interna. Porque en su artículo 7 sanciona a los candidatos presidenciales que se someten a una consulta presidencial luego de haber participado en otra consulta presidencial previa en el mismo calendario electoral; es decir, si el precandidato del Pacto Histórico que surja de la consulta de octubre de este año se sometiera a consulta con el “Frente Amplio” en marzo del próximo, debería retornar los gastos de la primera organización electoral.
Ahora bien, el objetivo implícito de la Convención era ejercer presión sobre el CNE para que resuelva pronto sobre la solicitud de escisión del MAIS que hizo Progresistas (la senadora María José Pizarro y los representantes Heráclito Landínez y David Racero) el 25 de enero de este año, para obtener una nueva personería jurídica que luego se funda en el Pacto Histórico; y sobre todo, para que el CNE se pronuncie sobre la solicitud de fusión que hicieron la Colombia Humana, el Polo Democrático Alternativo, la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano el pasado 13 de junio para crear el nuevo partido político Movimiento Pacto Histórico .
En este contexto, el Pacto Histórico teme que el CNE aplique otro artículo de la mencionada Ley, el 14, que dice que los partidos no pueden fusionarse ni dividirse si tienen alguna investigación abierta en ese Consejo, ante el cual tienen investigaciones abiertas Colombia Humana, el Polo y la UP. Entonces hace la Convención con su militancia para generarles expectativas e invitarles a ampliar la base social a través de una campaña de afiliación masiva en la Página Oficial del Pacto Histórico, que se lanzará el próximo 7 de agosto, afiliación que no será formal sino cuando el CNE le otorgue la personería jurídica. Esta estrategia de “ensillar antes de tener la bestia” es la forma de mostrarles a los ocho magistrados con voto en el CNE que hay apoyo popular para el proyecto de unidad, y organización entre las fuerzas políticas; porque saben que la decisión que tomará el CNE sobre el futuro de unidad del Pacto Histórico será política.
A seis meses de la solicitud de escisión de Progresistas del MAIS y a un mes y una semana de la solicitud de fusión para crear el Pacto Histórico, la máxima autoridad en materia electoral aún no se pronuncia, por lo que el proyecto de continuidad del progresismo en el Congreso teme que llegue la sentencia a la luz de la Ley de 2011 o que no llegue a tiempo para establecer el orden de las listas a través de consulta popular.
Sin embargo, si de fallar en derecho se trata, ante la máxima autoridad electoral todas las colectividades tienen investigaciones abiertas; pero luego de la entrada en vigencia de la Ley 1475 de 2011: en abril de 2021 y en diciembre de 2022, ese Consejo avaló la escisión del Polo que hizo el exsenador Robledo para fundar el Partido Dignidad , seis meses después de solicitarla; también permitió que Roy Barreras se separara de la Alianza Democrática Amplia (ADA) y creara la Nueva Fuerza de la Paz, a los tres meses de su solicitud.
Todo lo que indica que no es la Ley la que le impide al CNE avalar o no la escisión del MAIS y la fusión para crear el nuevo partido Pacto Histórico.
La estrategia de “ensillar antes de tener la bestia” para presionar al CNE se acompasa con el discurso presidencial en contra del CNE como órgano orquestador del llamado “golpe de Estado blando” en su contra, por la anunciada investigación a su campaña presidencial. Porque si bien ya la Corte Constitucional le indicó al CNE que ese Consejo no es la autoridad para investigar al presidente, sino la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, Petro insiste en que esa investigación, y el retraso o la eventual negativa en las solicitudes para conformar el nuevo partido, hace parte del “golpe blando” que le quiere propinar el CNE para frenar la continuidad de su proyecto político.
Finalmente, resulta perjudicial para el sistema de partidos en Colombia que la Ley 1475 del 2011 impida ejercicios de fusión. Si bien es cierto que deben existir desincentivos normativos para las escisiones, no deberían ser tales para las fusiones, máxime en un sistema electoral de 32 partidos políticos con personería jurídica; esto genera una atomización en el sistema y confusión en el electorado, que no puede discernir claramente entre las apuestas ideológicas y los proyectos de país que representan todas esas colectividades.
* Politóloga de la Universidad de Antioquia y magíster en Ciencia Política de la Universidad Estatal de San Diego en California (SDSU)/ andrearango09-15@hotmail.com