Derechos Humanos

El apostolado de María Aidé Cortés

Su entrega total a las víctimas del conflicto y a la defensa de los derechos humanos en una región históricamente convulsionada por la violencia de todo orden.

(Foto principal/María Aidé en el reencuentro póstumo con su excompañero Elkin Darío Echavarría y dos de sus hermanos, Andrés y Juan Guillermo)

Detrás de esa figura menuda y serena, de  esa voz segura, firme y pausada, se esconde una mujer de un valor civil indescriptible y una decisión  inquebrantable a la hora de  enfrentar la defensa de la vida y de los derechos de  las víctimas.

Lleva alrededor  de cuatro décadas al servicio de la humanidad, una vez terminado su bachillerato descubrió  que su vida estaba hecha para ayudar a  los demás  aun sin que mediara paga alguna, de hecho todos los cargos  que ha ostentado desde líder comunal, conciliadora, vocera de las víctimas y hasta juez de paz han sido ad honorem. Sin recibir  un solo peso.

María Aidé Cortés Tabares, perdió a su compañero Elkin Darío Echavarría por allá en el año de 1993, cuando el conflicto arreciaba en Chigorodó, hoy a sus 59 años ya tiene a tres de sus hijos independientes y el menor Julián Andrés, quien estudia ingeniería de sistemas vive con ella, quien no deja de trabajar en lo que siempre ha hecho. Defender la vida y a las víctimas con una terquedad y entrega total, sin fallarles un solo momento.

La galería de los vivos está a color, para reflejar la vida, la lucha.

Una mujer visible

María Aidé es una mujer visible en la región, poco a poco le han ido reconociendo su trabajo social al servicio de la gente, hace poco fue postulada como líder de las víctimas  ante  la Fundación Forjando Futuros en su convocatoria “Vidas con Propósitos” en la categoría Víctimas del Conflicto y fue seleccionada  como la líder en este campo, el próximo siete de octubre será homenajeada junto a otros dirigentes en ceremonia que tendrá lugar en el hotel Ibis de Apartadó,  entre las nueve de la mañana y la una de la tarde.

María Aidé trabaja  con un colectivo en todas estas hazañas  y tras largas, riesgosas y agotadoras jornadas lograron documentar varios casos, clasificados en tres áreas. Desplazamiento Forzoso, Homicidios Selectivos y la masacre tristemente conocida  como “El Aracatazo”

En estas tareas fueron apoyadas por la Oficina de Víctimas y el Centro Nacional de Memoria Histórica.

El resultado de esta tarea fue incorporado al Centro de Memoria Histórica y hoy  hace parte de  la memoria colectiva del mundo, disponible en archivos digitales, al alcance de la humanidad, de los investigadores y periodistas  que requieran su acceso.

La violencia deja marcas imborrables.

“El Archivo y la Colección Bibliográfica del Material Documental del Conflicto Armado Interno en Custodia de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica son incorporados en el Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe” en reconocimiento que hiciera la UNESCO.

Precisamente esta semana, María Aidé  fue invitada a la ceremonia de reconocimiento de la UNESCO, por sus aportes  que desde Chigorodó hicieron al citado archivo.

“Los archivos de derechos humanos, memoria histórica y conflicto armado en Colombia, en diversos formatos y soportes, han sido identificados, localizados, registrados, recuperados, recopilados, fortalecidos y sistematizados para garantizar su integridad y permitir el acceso a un acervo que da testimonio de los hechos victimizantes sufridos por personas, comunidades y organizaciones en el marco del conflicto armado.

Este esfuerzo contribuye a la reconstrucción de la identidad nacional y regional” Ahí está la mano y el trabajo silencioso de esta mujer que desde sus capacidades y apoyo del colectivo, hicieron valiosos aportes a este proceso.

María Aidé Tabares-Una luchadora de la vida.

Trabajo social de por vida

La existencia de esta mujer está marcada por el servicio social, en la década de los 80s dictaba clases en un colegio nocturno de Chigorodó, luego por solicitud de unos campesinos de la vereda Mono Macho-Río León, en el municipio de Turbo, se dedicó a la docencia en el apartado lugar, hasta que el conflicto entre paramilitares y guerrilleros la desplazó en abril de 1994 .

Luego se vincularía a la Alianza de Mujeres Colombianas por la Paz, hasta llegar como docente a un jardín infantil  “Sueños”que se encargaba de velar por los hijos de desplazados y viudas de la guerra, auspiciado por Compartir, bajo la orientación de la hermana Carolina Agudelo Arango.

Posteriormente se convertiría en conciliadora de conflictos, misión que le permitió una aproximación muy cercana con la comunidad a la que orientaba y acompañaba en diferentes líos.

El olvido no será la opción.

Juez de paz

Otra de las experiencias maravillosas de este luchadora social  fue el tiempo que ejerció como juez de Paz en Chigorodó, desde el año 2019-2024, una figura legal que busca descongestionar los despachos judiciales, “arreglar por las buenas” como se dice popularmente, por su despacho siempre ad honorem, pasaban problemas de linderos, de arrendamientos,violencia intrafamiliar y hasta casos de tránsito.

Hoy se lamenta  que la alcaldía no haya realizado la nueva convocatoria para elegir estas figuras  y la poca importancia que le dieron en Urabá.

Una paz lejana

María Aidé se enteró hoy que los diálogos de paz entre el gobierno nacional y el “Clan del Golfo” o “Ejército Gaitanista” lograron un avance significativo en Catar, noticia  que recibió con alegría y esperanza.

“Es de gran importancia que puedan llegar a un acuerdo, la paz es posible pero la debemos construir entre todos, para lograr unos mínimos de convivencia, estos señores están dispersos por todas partes, tenemos que convivir  con ellos, ojalá que encuentren el horizonte de la paz, en Chigorodó vivimos experiencias muy tristes  desde 1988 cuando reclutaban a nuestros jóvenes y se los llevaban en bus a diferentes regiones del país para la guerra.

Cae la tarde en Chigorodó, la lluvia no ha parado de caer durante toda la tarde, el último paso es visitar con María Aidé la Galería de las víctimas que está en la oficina de Víctimas en el Parque Principal de este municipio.

María Aidé entra tranquila al lugar, en la galería de las víctimas, siempre la esperan en primera fila su excompañero Elkin Darío Echavarría y dos de sus hermanos, Andrés y Juan Guillermo, a todos tres les arrebataron la vida  durante el conflicto, ella los mira fijamente, acaricia sus fotos y se funde por un momento entre los recuerdos, como queriendo devolverlos a la vida.

“Juan Guillermo era músico, tocaba la organeta con la agrupación “Los Inseparables” incluso fue acólito acá en el pueblo” dice volviendo a la realidad y recuerda todos los esfuerzos hechos para sanar su cuerpo y su alma.

Tras la visita ella abre  su paraguas y se pierde por entre charcas y el tráfico  habitual, debe comenzar a organizar una carpa con sus galerías de víctimas que presentará este sábado en el barrio Ortiz  de Apartadó, durante acto organizado por el Instituto Popular de Capacitación (IPC) en el cual  “Memorias Vivas del Urabá-Darién, le rendirán un homenaje por su trabajo incansable en favor de las víctimas del conflicto armado.

Presentación en Medellín

La UNESCO

El siguiente es el informe de la UNESCO en el cual oficializa la  incorporación de los archivos del Centro de Memoria, al registro de Memoria del Mundo:

“UNESCO (Organización de las Naciones  Unidas para la Educación, la Ciencia la Cultura) emite certificación al Archivo del conflicto armado interno en custodia del Centro Nacional de Memoria Histórica. El Archivo y la Colección Bibliográfica del Material Documental del Conflicto Armado Interno en Custodia de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica son incorporados en el Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe.

Este reconocimiento constituye una medida de protección para el acervo documental que se integran al Archivo y colecciones Bibliográficas del CNMH, el cual reúne documentación procedente de diversas fuentes y territorios —incluyendo el exilio— sobre las causas, hechos, actores, resistencias, diálogos y procesos de paz relacionados con el conflicto armado interno. Entre las fuentes destacan: a) organismos gubernamentales nacionales; b) organismos sociales y comunidades locales, que velan por los derechos de las víctimas del conflicto armado; y c) personas naturales y jurídicas cuyas experiencias y documentos constituyen evidencia de los hechos, contextos y resistencias.

Todo el reconocimiento a la labor valiente de personas, lideres y lideresas sociales en todo el territorio que han preservado evidencias sobre los contextos y hechos del conflicto armado, haciendo de la memoria histórica un proceso de resistencia.

Así el CNMH cuenta con una herramienta que facilita la democratización de la memoria histórica a través de garantía que se promueve para la custodia y preservación de estos archivos y colecciones, pues el acceso a las de víctimas, familiares y la sociedad en general, es un derecho inalienable para el acceso a la verdad, justicia, reparación y no repetición.

El acervo documental custodiado por la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del CNMH (1946-2023) está compuesto, en su mayoría, por copias fidedignas obtenidas gracias a la implementación de la Política de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto Armado.

Esta política se enfoca en la protección, fortalecimiento, apropiación y uso de archivos relacionados con graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) en el contexto del conflicto armado interno, aplicando una perspectiva temporal amplia y articulada con enfoques territoriales, pedagógicos y comunicativos” 

Certificación de la UNESCO

Chigorodó Antioquia/Septiembre-18/2025.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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