Desdolarización: China acelera el uso del yuan globalmente
El yuan avanza en pagos transfronterizos y desafía la hegemonía del dólar en comercio internacional.
23 de septiembre de 2025
La creciente influencia de China en el comercio internacional ha impulsado un proceso que inquieta a los mercados financieros: la desdolarización. El uso del yuan en transacciones internacionales ha aumentado de manera significativa en la última década, alcanzando cifras históricas que plantean un nuevo escenario para la hegemonía del dólar en el sistema económico global.
La desdolarización: un cambio de ciclo en marcha
La desdolarización se entiende como el proceso mediante el cual los países buscan reducir su dependencia del dólar estadounidense en comercio, reservas y financiamiento internacional. China y Rusia, empujadas por sanciones y limitaciones financieras, han fortalecido la cooperación para transaccionar en sus propias monedas.
China y Rusia, un acercamiento forzado por sanciones
Aunque históricamente ambas potencias han mantenido desconfianzas mutuas, las sanciones económicas impuestas a Rusia tras la guerra en Ucrania aceleraron un giro hacia el yuan. La imposibilidad de operar en dólares y euros llevó a Moscú y Pekín a buscar alternativas que reforzaran el uso de sus divisas nacionales.
El ascenso del yuan en pagos internacionales
En apenas quince años, el yuan pasó de ser irrelevante en el comercio exterior de China a liderar sus transacciones transfronterizas. En marzo de 2023, el yuan superó por primera vez al dólar en las operaciones internacionales chinas, con un 48,4 % de participación frente al 46,7 % del dólar. En la primera mitad de 2025, esa cifra escaló al 53 %, marcando un récord histórico.
Estrategias financieras de Pekín para fortalecer su moneda
El Banco Popular de China ha impulsado medidas como los acuerdos de swap de divisas con más de 40 bancos centrales, lo que permite mayor liquidez de yuanes fuera del país. Además, el lanzamiento del CIPS (Cross-border Interbank Payment System) ha creado una alternativa a Swift, aunque todavía con una participación modesta en el comercio global. A esto se suman los bonos panda, instrumentos emitidos en yuanes que atraen inversionistas extranjeros interesados en diversificar sus activos.
Obstáculos para la internacionalización plena del yuan
Pese a los avances, el yuan aún enfrenta limitaciones estructurales. La moneda china no es completamente convertible debido a los controles de capital vigentes en el país, lo que restringe su aceptación global. De igual manera, la composición de las reservas internacionales sigue dominada por el dólar, que representa cerca del 58 % del total, mientras que el yuan apenas supera el 2 %.
Un proceso gradual y controlado
China ha preferido un avance cauteloso, priorizando la estabilidad económica interna sobre una apertura abrupta. La estrategia es clara: aumentar el uso del yuan en su esfera de influencia, especialmente en Asia, África y América Latina, sin provocar una ruptura brusca del orden financiero mundial.
La expansión de plataformas digitales de pago como Alipay y WeChat Pay también ha contribuido a la presencia internacional del yuan, facilitando transacciones de ciudadanos chinos en el extranjero y acostumbrando a empresas globales a interactuar con proveedores de servicios financieros del país asiático.
Un futuro incierto, pero con señales de cambio
El auge del yuan no significa aún la caída del dólar como moneda dominante, pero sí evidencia una transformación en curso. China ha conseguido posicionar su moneda en el centro de su comercio internacional, aunque la hegemonía global del dólar se mantiene firme.
El escenario sugiere que la desdolarización no será un proceso inmediato ni absoluto, sino un cambio de ciclo lento, controlado y con impactos diferenciados según regiones y sectores.