Buenos Aires: derrota que encendió la alarma gubernamental
Gobierno de Milei enfrenta alerta roja: fuerte derrota en Buenos Aires y fuerte reacción económica.
09 de septiembre de 2025
La derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires resuena como una alerta temprana para el Gobierno de Milei, justo a escasas semanas de unas cruciales elecciones legislativas nacionales.
Impacto político en la provincia clave
Una derrota contundente
Buenos Aires, que representa casi un tercio del padrón electoral nacional, otorgó al peronismo más del 47 % de los votos, mientras que La Libertad Avanza apenas alcanzó alrededor del 33–34 %, según el escrutinio casi total.
Ese margen, superior a los 13 puntos, reduce la presencia del oficialismo en la legislatura provincial: pierde escaños tanto en diputados como en senadores.
Un revés simbólico con efectos prácticos
El resultado no es meramente local: esta provincia es vista como el termómetro del respaldo ciudadano. Una derrota aquí proyecta un mensaje preocupante hacia las elecciones del 26 de octubre, donde se renovará la mitad del Congreso.
Reacción política y económica inmediata
Ajustes retóricos sin cambios sustanciales
Milei reconoció la derrota e hizo autocrítica, aunque enfatizó que no retrocederá ni un ápice en su política económica, anunciando que seguirá con recortes fiscales, monetarios y cambiarios.
Reacción adversa de los mercados
La reacción no tardó: el peso sufrió una fuerte caída (entre el 4 % y el 7 %), los bonos soberanos se desplomaron hasta un 9 % y los rendimientos superaron el 12 %, mientras el riesgo país se disparó.
Analistas señalan que esta inestabilidad pone en duda la viabilidad del programa económico del mandatario, especialmente después de abandonar el esquema de bandas cambiarias pactado con el FMI.
Riesgo político y social acumulado
Escándalos y cuestionamientos sociales
La derrota ocurre en un contexto adverso: salpica a Milei el escándalo de corrupción que involucra a su hermana, Karina, lo que erosionó aún más la imagen del gobierno.
Una campaña presidencial cada vez más comprometida
Al tratar el resultado como una gran prueba de fuego, la derrota en Buenos Aires obliga a Milei a reconfigurar su narrativa para lo que queda de campaña electoral. Algunos analistas ya describen esta situación como un posible presagio de crisis institucional si la tendencia no se revierte.
Milei afirmó que su derrota será un punto de partida para reconstruir, pero sus detractores interpretan esa respuesta como una tentativa de reacomodo sin cambio de rumbo.
Descontento social, pérdida de respaldo político y deterioro económico se conjugan para configurar una tormenta perfecta que el gobierno deberá enfrentar con estrategia y eficacia.
Este revés electoral no es simplemente una derrota: es un avispero político y económico que exige respuestas urgentes sin sacrificar coherencia.