Fracking divide la campaña presidencial en Colombia
El fracking divide a candidatos en Colombia entre seguridad energética y compromisos ambientales. Debate en campaña.
23 de septiembre de 2025
El debate sobre el fracking regresa al escenario político colombiano, ahora con un panorama distinto al de hace algunos años. Candidatos que en campañas anteriores rechazaban esta técnica han cambiado de posición, argumentando razones energéticas y económicas, lo que refleja un giro en la conversación nacional sobre la transición energética y la seguridad en el suministro de gas y petróleo.
Candidatos en disputa por el fracking
Del rechazo absoluto a la apertura cautelosa
En la campaña de 2018, figuras como Iván Duque y Claudia López aseguraban que en Colombia no habría fracking. Sin embargo, el paso de los años y la crisis energética llevaron a un cambio de posturas. López, hoy abierta a lo que denomina un “fracking responsable”, sostiene que la tecnología ha avanzado y que los impactos ambientales pueden mitigarse. Por su parte, Sergio Fajardo, antes opositor férreo, ahora asegura estar “estudiando el tema”.
La izquierda mantiene su rechazo
El bloque de izquierda, encabezado por Gustavo Petro, Susana Muhamad y Daniel Quintero, sigue defendiendo que la transición energética debe avanzar sin fracking. Para estos sectores, los riesgos ambientales, la amenaza sobre las fuentes hídricas y las emisiones de CO₂ son incompatibles con los compromisos climáticos del país. No obstante, dentro de sindicatos como la Unión Sindical Obrera (USO) empiezan a surgir voces que, preocupadas por el empleo, aceptarían pilotos de fracking bajo condiciones técnicas estrictas.
Factores energéticos y económicos
El peso de la crisis del gas
Colombia enfrenta un déficit en su producción nacional de gas, lo que ha obligado a importar cerca del 18% del consumo diario. El aumento de tarifas, especialmente en ciudades como Bogotá, ha convertido el costo de la energía en un asunto central para la ciudadanía y, por ende, para los candidatos. En este escenario, el fracking se presenta como una alternativa para garantizar la autosuficiencia y aliviar la presión sobre los hogares y la industria.
Potencial de producción y comparaciones internacionales
De acuerdo con la Asociación Colombiana del Petróleo, el fracking podría añadir hasta 450.000 barriles diarios a la producción nacional, cifra que representaría más de la mitad de lo que hoy se produce. La experiencia de Estados Unidos, que alcanzó la autosuficiencia energética gracias a esta técnica, se ha convertido en un referente para los defensores del modelo. No obstante, los ambientalistas recuerdan que la explotación masiva de hidrocarburos no convencionales podría multiplicar las emisiones de CO₂ del país, contradiciendo los objetivos de descarbonización.
El futuro legal del fracking
Avances y contradicciones en el Congreso
El gobierno de Gustavo Petro suspendió los pilotos de fracking en curso y respaldó un proyecto de ley que busca prohibir de manera expresa esta técnica en Colombia. Sin embargo, la iniciativa ha recibido críticas porque, según algunos ambientalistas, no cumple con la promesa de campaña de prohibición absoluta, dejando abiertas ventanas regulatorias.
Polarización política y social
Mientras candidatos de centro y derecha consideran que el fracking es una salida necesaria a la crisis energética, la izquierda insiste en que la solución debe centrarse en las energías renovables. En el medio, sindicatos, expertos y comunidades afectadas mantienen una postura dividida, lo que refleja que el fracking no es solo un debate técnico, sino un símbolo de la lucha entre desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.
La discusión sobre el fracking en Colombia vuelve con más fuerza que nunca. El país enfrenta la disyuntiva de asegurar el suministro energético con nuevas técnicas o mantenerse fiel a sus compromisos ambientales internacionales. Lo que definan los candidatos en esta campaña marcará el rumbo de la política energética y ambiental para la próxima década.