Siria: violencia deja 900 víctimas en Sweida
Violentos enfrentamientos en Sweida, sur de Siria, dejan más de 900 muertos en una semana. Declaran alto al fuego tras bombardeos israelíes y despliegue militar. Conoce los detalles.
19 de julio de 2025
Un violento brote de enfrentamientos en la provincia de Sweida, al sur de Siria, ha dejado un saldo devastador en tan solo una semana. Más de 900 personas han muerto, entre civiles y combatientes, en un conflicto que involucra a drusos, beduinos, tropas gubernamentales e incluso bombardeos israelíes.
Orígenes del conflicto
Desencadenante local
El origen se remonta al secuestro de un civil, que encendió tensiones entre las tribus beduinas y la comunidad drusa. Este episodio desencadenó una cadena de represalias sectarias.
Sectores involucrados y víctimas
Tribus, milicias y fuerzas estatales
Participan milicias drusas, tribus beduinas aliadas al régimen —respaldadas por tropas gubernamentales— y la Fuerza Aérea israelí, que afirma operar para proteger a los drusos.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 936 personas fallecieron: 262 civiles drusos (182 ejecutados), 326 combatientes drusos, 312 tropas gubernamentales, 18 beduinos, y 15 miembros del gobierno por bombardeos israelíes.
Reacción oficial y cese al fuego
Intervenciones múltiples
El presidente Ahmed al‑Sharaa declaró un «alto al fuego inmediato» y desplegó fuerzas de seguridad para proteger a los civiles. Paralelamente, Estados Unidos y países árabes han mediado un cese del fuego entre Israel y Siria, respaldado también por Turquía y Jordania.
H2: Impacto social y humanitario
H3: Atrocidades y desplazamiento
Según Reuters, se reportan ejecuciones sumarias, saqueos, hogares quemados y una profunda desconfianza hacia el gobierno central. Además, se estima que miles de familias han sido desplazadas y los hospitales locales operan al borde del colapso.
El dramático episodio en Sweida expone las profundas fracturas sectarias que persisten en Siria más allá del fin de su guerra civil. A pesar del anuncio oficial de cese al fuego y la mediación internacional, las feroces matanzas y la intervención extranjera revelan tensiones no resueltas. El desafío ahora es preservar la paz y reconstruir la confianza entre comunidades con heridas recientes.