Carepa es un municipio viable económicamente, donde sus ciudadanos pagan oportunamente los impuestos, en su gran mayoría, pero ha carecido de alcaldes visionarios, de buenos administradores. (Foto Alcaldía Municipal).
Por: Diego Alejandro Aguirre Mazo -Especialista en Gestión Pública Local-Universidad EAFIT -Especial para El Pregonero del Darién.
Una ronda infantil para incautos por valor de 32 millones de pesos provenientes de tus impuestos: esa es la tarea que debe promover entre los líderes de Carepa el Señor José Arley Garzón Galeano, representante legal de la empresa Grupo Empresarial Deluxa SAS.
Aunque el contrato de prestación de servicios profesionales # 119 de 2020 cuenta con toda la legalidad, se requirió de mucha habilidad por parte de los creativos asesores del municipio de Carepa, para que desde el estudio previo quedara claro que, aunque el objetivo estatal en este tipo de actividades es el de llevar a cabo acciones tendientes a promover la participación de la Ciudadanía en la elaboración de los presupuestos locales, en este caso especial para infortunio de los Carepenses se incluyeron sofisticadas perlas demagógicas, que convierten esa intención noble del estado, en una simple burla a la confianza de los votantes y de la comunidad en general, incluidos quienes no votaron por el burgomaestre de turno:
Versión desmejorada del Contrato 131 de 2019
En la página 17 del estudio previo queda claro que el contrato Suscrito entre Jonan Alexis Cerquera y el Señor Jorge Arley Garzón (firmado el pasado 5 de noviembre) está inspirado en el Contrato 131 de 2019 que, en su tiempo, ejecutó el alcalde anterior con el objetivo de promover efectivamente la participación de los sectores sociales y grupos de interés, en la formulación participativa del presupuesto del año 2020. El detalle es que las actividades del contrato con el que hoy se pretende mimetizar la administración, sí se realizaron con la comunidad durante el segundo semestre de 2019 y en el propio período de sesiones en el que se discutió ese presupuesto en el Honorable Concejo Municipal, es decir, dentro del término que permitiera el cometido de la participación efectiva de la ciudadanía en su construcción, discusión y formulación.
De entrada, la esencia que es lograr una participación oportuna será totalmente imposible de lograr para el Grupo Empresarial Deluxe SAS, puesto que el 5 de noviembre ya el Proyecto de Presupuesto 2021 estaba radicado en el Concejo, entonces con la comunidad no habría mayor cosa qué discutir.
¿Será que no saben qué hacer con la Plata?
Si se les compara, lo primero que se observa es que la administración Municipal tuvo que esforzarse mucho para poder sacar una versión más “ligth” de los estudios previos, de modo que les permitiera montar un contrato de 32 millones de pesos para lo que le restaban de días al 2020, lo que muestra de paso que tras la suspensión masiva de personal ahora les está sobrando plata hasta para este tipo de tretas. Así lo demuestra el CDP 00861 del 19 de octubre usado para respaldar esta extraña contratación, que insisto, en los municipios debe ejecutarse normalmente entre los meses de mayo y noviembre previos a la discusión del presupuesto de la vigencia fiscal siguiente respectiva, o que dadas las circunstancias de éste convulsivo 2020 se debió dejar aplazado hasta después que se alcance algún tipo de normalización para realizar estos eventos.
Pueden Jugar en el Bosque porque el Lobo no está
Pero esto ocurre porque se sienten a sus anchas, no hay control real por parte de la lejana Contraloría General de Antioquia, ya no hay obligación de publicar en un portal que servía para controlar un poco éstas particularidades. Por eso invito a los representantes políticos y grupos de interés a que revisen entonces los dos estudios previos para que observen como es el “modus operandi” de estos administradores, quienes criticaron sin tregua a todos los alcaldes que han pasado por el efímero puesto, pero que en su soberbia piensan que el pueblo traga entero:
Esta copia barata del estudio previo elaborado para el contrato 131 de 2019 trata de justificar a toda costa una serie de actividades que se van a realizar en noviembre y diciembre de 2020 con la comunidad, disque para “realizar acciones de promoción para la participación de los sectores sociales del municipio de Carepa en la ejecución del presupuesto participativo orientado a los resultados del 2021”. Requirió todo un conjunto de artimañas léxicas que les permitiera justificar por qué, ya presentado un proyecto de presupuesto en el Concejo Municipal, se le paga a alguien para que promueva la participación de la comunidad en su “ejecución”, obligándose a omitir del plan la imposibilidad de permitir la participación en la formulación, aprobación o liquidación del mismo.
Pero sus propias frases rebuscadas les controvierten pues, desde acá les pregunto si es que en esas capacitaciones ¿nos van a enseñar a participar en la expedición de los certificados de disponibilidad, en la aplicación de compromisos presupuestales, generación de obligaciones o erogación de pagos? ¿O no quizás en el recaudo de las rentas municipales? Pues eso es lo que en Hacienda Pública se denomina ejecución del presupuesto. “…cada grupo de trabajo simulará el proceso de distribución de recursos…”
Esta es la frase más ofensiva con la ciudadanía que he podido encontrar en esa adaptación barata del estudio previo, y es que hay que explicárselo al ciudadano claramente, para que vea cómo es que opera esa corrupción disfrazada de legalidad, eso se observa en la hoja 5 del estudio previo:
Es decir que desde antes de hacer el contrato, el estudio previo se dedicó fue a justificar por qué persistir en ejecutar este contrato sabiendo que, como ya lo denunció el H Concejal Uber Borja en la pasada visita de la Contraloría General de Antioquia quien manifestó públicamente que “…no tiene sentido gastar plata en participación de la comunidad en un ejercicio que no tendrá efecto alguno sobre el presupuesto del año 2021, toda vez que fue radicado en el Concejo el 30 de Octubre de 2020 …” y a lo que se suma que hoy se verifica que el acta de Inicio del contrato 119 de 2020 se firmó el pasado 06 de noviembre.
Jugaremos al presupuesto y a la participación
Cada cuatro años he visto la locura de algunos alcaldes electos en noviembre y diciembre, previos a su mandato “jugando a la alcaldía”, otros juegan al consejo de gobierno en sus casas o en sus sedes políticas, otros más extremos juegan incluso a nombrar y echar gente en un espectáculo bochornoso alimentado por líderes locales débiles, incapaces de conservar la distancia necesaria que se requiere para poder escrutar con firmeza las decisiones que va a empezar a tomar ese ciudadano electo, durante los años siguientes. A ese juego ridículo e inofensivo es fácil acostumbrarse, pero no he podido aún soportar con paciencia que un alcalde en ejercicio juegue con la ciudadanía, juegue con la participación ciudadana, o a uno como el que ahora Juega con el presupuesto que es nuestro y que le ha sido confiado temporalmente; imposible naturalizarlos y son esas dictaduras tropicales las que debemos rechazar con toda firmeza.
El Alcalde de Carepa no puede “jugar al presupuesto participativo” con su amigo José Arley Garzón Galeano, por el contrario, las cifras y datos presupuestales tanto en su etapa de construcción, liquidación y ejecución son de libre acceso a los ciudadanos y por si no lo saben a través de éste medio se les informa señores administradores de ocasión que no es una cuestión opcional: el presupuesto participativo es legalmente obligatorio, no es un juego y no es lo que ustedes contrataron el pasado 06 de noviembre.
En conclusión, le encargaron al contratista simular una falsa participación ciudadana, pues en las obligaciones específicas dice que garantizará una gran reunión de socialización del ingenioso proyecto y seis capacitaciones adicionales a grupos organizados. Todos esos eventos no pretenden abrir espacios de discusión y planeación de las metas presupuestales del año 2021 como uno esperara y la estrategia termina siendo la de reunir a los grupos de ciudadanos para que aprendan ¿Qué es eso, presupuesto participativo?
Ojalá aprovechen y les enseñen también lo bueno que es ese espacio en los lugares donde los gobernantes sí lo ponen en práctica. Quizá también aprendan de esto lo bueno que es elegir adecuadamente personas que no hagan este tipo de simulacros de participación de 32 millones de pesos con la plata de los impuestos que pagan quienes los eligieron.
Pero los pueblos siempre despiertan
Entonces ya que los magos de la demagogia contractual nos pusieron de rodillas, a participar en su costoso (pero legal) simulacro, es hora que todos unidos como ciudadanos le hagamos seguimiento como medida de protesta frente a semejante sometimiento, acá le dejo algunas ideas:
Si no lo han invitado a estas capacitaciones, no se quede callado. Si lo invitaron, entonces recuerde que usted va es a ayudar a legalizar el contrato del GRUPO EMPRESARIAL DELUXE SAS. Vigile si usted hace parte de uno de estos grupos que deben beneficiarse del proyecto según la página 4 del estudio previo y como el peligro de que lo suplante es latente constate que su constancia de asistencia a las reuniones de éstos grupos para otros fines sí se use legalmente:
Comerciantes
Juntas de acción comunal
Grupos juveniles
Ancianos (Cabildo Adulto Mayor)
Discapacitados (Comité Municipal de Discapacidad)
Más Familias en Acción
Gremio de los educadores
Comité de Participación Comunitaria en Salud (COPACO)
Comunidades religiosas
Grupos culturales
Consejo Municipal de Política Social (COMPOS)
Grupos deportivos
Asociación de la Mujer
Sindicatos
Comité de Gestión del Riego
Cuerpo de Bomberos
Mesa de víctimas
Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata)
Comunidad LGTBI
Verifiquemos si es verdad que esta empresa nos viene acompañando en las siete reuniones con el siguiente personal como lo afirman los documentos del contrato:
Muy atentos a las pruebas que demuestren que constatemos si nos convocan a las reuniones por medio de las 68 horas de perifoneo urbano, contratadas según la página 3 del Contrato 119 de 2020. Además, es importante tener en cuenta que en esas reuniones nos van a repartir 600 refrigerios de $9.000 cada uno, serían cerca de 85 asistentes a cada reunión.
Una colectividad legal pero inmoral
La transparencia y la legalidad a veces riñen, a veces una no conlleva necesariamente a la otra. Si la administración municipal en realidad realiza esas siete actividades, con las condiciones técnicas que allí se citan, no habrá lugar a ninguna medida por parte de las entidades de control del estado, pero yo que he dedicado una vida a trabajar para gobernantes locales crítico con toda vehemencia cuando salen con estos arrebatos de genialidad, que no son más que una corrupción disfrazada y que no se distingue en nada de los elefantes blancos de obra pública. Quizás lo que me decepciona más de casos como éste, es que son la oportunidad que tienen los gobernantes de provincia para darle acceso y protagonismo oportuno, real, sincero al ciudadano; lamento que lo aprovechen para convertirlo en una burla a las organizaciones sociales, citándoles como borregos a reuniones inútiles para legalizar las ganancias a costa del erario.
Hablando del Grupo de La Renovación
Los que hemos trabajado para partidos de centro hemos sido incapaces de comprender la magnitud de los cambios que necesita el país: postrados primero por la trampa de la guerra y la violencia política y hoy por los falsos vientos de cambio, como este decepcionante matiz liberal de La Renovación; mi mensaje a los nuevos liderazgos es que esa no es la nueva política que necesita Antioquia, a estos señores les quedó grande el eslogan hace rato y representan precisamente las costumbres de clase política que nos mantiene tan molestos y polarizados.
Cada día ese equipo pierde más integridad porque desde el capitán (y sus inicios despedido fulminantemente del Honor Castrense) hasta el polizón (sea concejal o simple votante complaciente) son una especie de barco pirata, son una microempresa electoral del liberalismo de provincia que navega a sus anchas en el océano de una comunidad que los mira como con anestesia, los observa sin repudio como reparten contratos como este, que son precisamente la punta del témpano de corrupción que hacen naufragar el deseo de las mayorías: un estado fuerte con dirigentes que garanticen el uso justo de los recursos públicos como instrumento de redistribución del bienestar.