Luego de su deceso en una clínica de la capital antioqueña donde recibía atención médica, el exalcalde de Chigorodó, Manuel Rivas Carreazo, fue sepultado en horas de la mañana de hoy.
La familia del fallecido, encabezada por su hija Cristina, optó por participar de un oficio religioso en Medellín, con el acompañamiento de varios amigos y familiares, antes de emprender su regreso a Chigorodó.

Allí fue velado en cámara ardiente y cubierto por la bandera de Chigorodó, en las instalaciones del Concejo Municipal, escenario donde libró varios debates públicos en su ejercicio como concejal y donde acudió en numerosas ocasiones a rendir cuentas y defender varias de sus iniciativas ya como alcalde en el periodo 2008- 2011.
Del recinto del Concejo Municipal, partiría el cortejo fúnebre hacia el cementerio local, donde fue sepultado, bajo el acompañamiento de un reducido grupo de amigos y familiares, muchos no asistieron ante las restricciones por la pandemia del Covid y otros por ingratitud, como afirmó uno de los presentes.
“Ni siquiera esos medios de comunicación que hacían fila en su despacho en busca de contratos, de publicidad, se dignaron acompañar al exalcalde en la su última morada” agregó el ciudadano.

Rivas Carreazo fue un fogoso dirigente del Partido Liberal, al que representó como concejal y alcalde. En Chigorodó hizo su carrera política, desde simple militantes hasta mandatario.
El mandato del alcalde fallecido se recuerda entre otras cosas, ya que le correspondió gobernar uno de los periodos más difíciles y violentos de Chigorodó, ante el enfrentamiento de dos bandas criminales que se disputaban el territorio metro a metro en las calles, protagonizando balaceras a plena luz del día con saldo casi siempre de muertos. Incluso el mandatario debió ser protegido por el ejército para garantizarle la vida. Las fotos de la parte inferior, registran aspectos del funeral.