Claudia López: Una campaña con Fajardo como obstáculo
Claudia López inicia campaña presidencial con el reto de superar a Sergio Fajardo, ganar credibilidad y posicionarse como opción viable frente a la polarización política en Colombia.
5 de septiembre de 2025
La exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, lanzó oficialmente su precandidatura presidencial con una campaña renovada y marcada por un obstáculo evidente: la competencia directa con Sergio Fajardo, antiguo aliado político y hoy su principal rival en el centro. Su desafío no se limita a las urnas, sino también a reconstruir credibilidad y consolidarse como opción distinta frente a Gustavo Petro.
El inicio de una campaña desafiante
Claudia López presenta su aspiración presidencial bajo la identidad “Claudia Morada” con el lema “Imparables”. Este viraje estético y discursivo refleja su intento por alejarse de la Alianza Verde y proyectar una candidatura independiente. No obstante, su campaña arranca cuesta arriba: debe recolectar firmas sin contar con un partido sólido que respalde su camino.
Los tres retos principales
En esta nueva etapa política, López enfrenta tres retos fundamentales. El primero es lograr las firmas necesarias en un escenario con limitados recursos económicos. El segundo, tal vez más complejo, consiste en moverse hacia la centroderecha para captar los votos de Fajardo, aun cuando siempre se ha identificado con el progresismo y la centroizquierda. El tercero es convencer a los votantes de que no es oportunista y que su proyecto político ofrece una alternativa real al actual Gobierno.
Fajardo, de aliado a rival político
La relación entre Claudia López y Sergio Fajardo pasó de la cercanía a la rivalidad electoral. Ambos compartieron fórmula presidencial en 2018 y coincidieron en la coalición Centro Esperanza en 2022. Hoy, sin embargo, la exalcaldesa necesita quitarle oxígeno político a Fajardo, obligarlo a ir a una consulta interpartidista o volverlo irrelevante en el centro.
Una fractura personal y política
Según analistas, la distancia entre ambos se explica por la desconfianza de Fajardo hacia López. Él considera que fue traicionado durante campañas pasadas, mientras que ella sostiene que Fajardo perdió su identidad política en coaliciones fallidas y ahora rehúye alianzas. Este choque personal añade tensión a la disputa por el electorado de centro.
Propuestas y contradicciones
Claudia López busca diferenciarse con un discurso pragmático y propuestas concretas. Ha planteado la creación de una fiscalía antimafia dependiente del Ministerio de Defensa, así como impulsar alianzas público-privadas populares que incluyan a comunidades en proyectos de inversión regional. También sorprendió al abrir la puerta al fracking como parte de una estrategia energética integral, en contraste con sus posturas anteriores.
Riesgo de pérdida de confianza
Su estilo vehemente, antes considerado una fortaleza, podría volverse en su contra. Los cambios de posición en temas como el fracking generan dudas sobre su coherencia, especialmente en un electorado cada vez más crítico. Además, su paso por la Alcaldía de Bogotá no le ha dejado un legado sólido ante la opinión pública capitalina, donde otras figuras del progresismo, como Gustavo Bolívar, gozan de mayor respaldo.
Escenario electoral complejo
En las encuestas, López aparece con cifras modestas de intención de voto, alrededor del 5 %, por debajo de Fajardo, Daniel Quintero y hasta Vicky Dávila en el centro. Su desafío será posicionarse rápidamente para forzar una consulta competitiva o arriesgarse a quedar marginada en la primera fase de la campaña.
La lucha por el centro político
El centro colombiano enfrenta la dificultad histórica de equilibrarse entre izquierda y derecha. López intenta capitalizar su imagen como mujer líder y pragmática, mientras busca construir una narrativa que combine seguridad, inversión privada y justicia social. Sin embargo, su éxito dependerá de si logra consolidar un bloque político sólido que la respalde en los próximos meses.
Claudia López inicia una carrera presidencial marcada por obstáculos internos y externos. El reto mayor será convertirse en una figura creíble para un electorado cansado de polarización, pero también de la volatilidad del centro. Su capacidad para proyectarse como una opción viable frente a Petro y la derecha determinará si su lema “Imparables” logra convertirse en realidad política.